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Cuidados que podemos dar a nuestro caballo en la cuadra

En Escuela de Equitación San Jorge creemos de vital importancia la relación que se produce entre caballo y jinete. Tratamos de fomentarla al máximo y recomendamos a todos nuestros alumnos comenzar su clase de hipica cepillando y ensillando a su caballo.

Se trata del mejor modo para que alumnos principiantes y niños mantengan un primer contacto con sus caballos antes de montar. Lo que les ayuda a interactuar y perder el miedo.

Aunque no sólo es recomendable que los principiantes cepillen, todos los jinetes deberían hacerlo. Los cuidados que les proporcionamos a los caballos en la cuadra nos ayudan a comprobar que el animal está en buen estado para trabajar. Nos permite verificar que no presenta heridas o lesiones.

Cepillado del caballo

Un buen cepillado permite una limpieza a fondo del pelo del caballo, quitándoles toda la suciedad que puedan acumular, como restos de sudor o barro, y ayudándoles a tirar el pelo muerto. Al mismo tiempo que se les da un masaje, que por norma general disfrutan y también agradecen.

Las zonas del cuerpo del caballo a las que deberíamos prestar mayor atención durante el cepillado son:

  • La cruz, que en algunas ocasiones puede presentar rozaduras debido a una montura que no sea adecuada o que no estuviera correctamente colocada
  • Las comisuras de los labios, que pueden presentar heridas causadas por el hierro que lleven durante el trabajo
  • Los ojos, pueden tener legañas o incluso úlceras, que deberán ser tratadas por el veterinario
  • Los cascos y tendones, que en algunas ocasiones pueden hincharse

Limpieza de cascos

Resulta muy conveniente limpiar los cascos del caballo a diario, antes y después de la monta. Hacerlo antes sirve para observar que no se duelen o presenten algún objeto clavado en el casco. Y después del trabajo para comprobar que no se han hecho daño durante la clase de hipica.

Limpiar los cascos a diario es además un buen ejercicio de equilibrio para los caballos y que se acostumbren a dar correctamente las manos y los pies le facilitará su tarea al herrador. O incluso al veterinario que pueda tener que curarlo en algún momento.

Del mismo modo es recomendable pintarles los cascos con grasa por lo menos una vez a la semana.

 

En época de calor, se debe duchar a los caballos después del trabajo. En especial por los tendones y en la zona dónde se coloca la montura. Tras la ducha deben escurrirse bien y dejarlos secar al sol antes de meterlos en el box. Debe evitarse meter un caballo mojado en el box ya que puede enfriarse causando un posible corte de digestión que derive en cólico.

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