Además de la alimentación y un correcto trabajo, ¿sabes que más cuidados necesita tu caballo?
Desparasitación
Los caballos deberían ser desparasitados 4 veces al año, en cada cambio de estación, y en especial si están sueltos en prados.
Vacunación
- Influenza equina (gripe): dos veces al año, en primavera y otoño
- Tétanos: una vez al año
- Rinoneumonitis equina: es muy recomendable vacunar al menos una vez al año, aunque en yeguas gestantes se debe vacunar cada 3 meses
Existen muchas otras vacunas, pero su administración dependerá de la zona en la que estén y el riesgo de contagio de la enfermedad. Hay lugares, como en Francia, donde los caballos se vacunan contra la Rabia equina.
Visitas del dentista
Es muy importante que tengan revisiones dentales, por lo menos una vez al año. El dentista les limará las muelas y revisa cómo mastican, si fuera necesario extraería dientes de lobo o alguna pieza que se les mueva y moleste.
La salud de su boca es muy importante para que puedan triturar correctamente el alimento y aprovechar todo lo que comen.
Además, tener la boca en mal estado puede provocar que estén incomodos a la hora de ser montados con filete e incluso tener problemas al incurvarse y trabajar correctamente.
Herrajes
El cuidado de los cascos es muy importante. De hecho, existe un dicho popular en el mundo ecuestre que afirma: “Sin casco, no hay caballo”.
Los caballos pueden estar herrados o descalzos.
Si tenemos a los caballos con herraduras, éstos deberán herrarse cada mes y medio o dos meses. La frecuencia de las visitas del herrador dependerá del trabajo que realice el caballo y la velocidad a la que le crezca el casco, lo que puede variar según la época del año.
Otra opción es tener a los caballos descalzos. Ésta sería la más natural para ellos, ya que en libertad los caballos no llevan herraduras. Aún sin herraduras, el herrador deberá revisarlos cada mes y medio o dos meses, dependiendo de cómo les crezcan los cascos.
Herrar o no a un caballo depende de distintos factores, como pueden ser el propietario, el tipo de caballo, la calidad del casco y el tipo de trabajo que hagan.
Estos son los cuidados básicos que deberían tener todos los caballos, tanto los caballos particulares como los caballos para clases que se tienen en una hipica o centro ecuestre.