Además de Las ayudas naturales en las que se profundizaba en el post anterior, nos podemos valer de algunos instrumentos para complementar cuando estas ayudas no resultan lo suficientemente efectivas.
Estas son las denominadas ayudas artificiales.
La fusta
La fusta es una vara flexible que se utiliza para llegar donde la pierna no lo hace. Se puede emplear para pedir mayor ritmo al caballo o movimientos laterales.
Como todo, puede utilizarse de manera correcta o no:
- La fusta bien utilizada se puede comparar con la batuta de un director de orquesta. Es la manera que tenemos de reforzar la pierna cuando el caballo no responde y de llamarles la atención en un momento dado.
- Mal utilizada puede provocar defensas en el caballo, como pueden ser los “aculamientos”, que el caballo no quiera avanzar.
La tralla
La tralla puede considerarse un tipo de fusta que se emplea al estar pie a tierra. Con su utilización podemos conseguir por ejemplo una mayor impulsión del caballo hacia delante en los trabajos a la cuerda.
Resulta un elemento imprescindible para los profesores de hípica que se encuentran pie a tierra en la pista, sobre todo con los alumnos principiantes, ya que con la tralla se consigue reforzar la pierna del jinete inexperto.
Las espuelas
Las espuelas, al igual que la fusta, no deben verse como un método de castigo para el caballo, sino una forma de afinar en las ayudas y conseguir una mayor impulsión en el caballo en un momento determinado.
En nuestra escuela no permitimos la utilización de espuelas con los caballos de clases de hípica. Somos de la opinión de que las espuelas deben dejarse para un momento más avanzado de la doma del caballo, cuando se introducen ejercicios que requieren una mayor impulsión del caballo y el jinete no tiene suficiente fuerza en la pierna.
La mala utilización de las piernas, fusta o espuelas suele terminar dejando a los caballos “sordos a las ayudas”, lo que quiere decir sin responder ante estos estímulos. Esto puede suceder con los caballos para clases de hípica, ya que debido a los jinetes inexpertos que los montan, se van desensibilizando a las piernas.
Aunque existen sencillos ejercicios que podemos hacer para conseguir sensibilizar de nuevo a los caballos, como el que se explicará en el próximo post.